Conocido por ser el punto más alto de Centroamérica, los 4220 msnm que alcanza el Volcán Tajumulco lo hacen un lugar excelente para obtener vistas panorámicas de la Sierra Madre, el Volcán Tacaná y la Costa Sur, tanto guatemalteca como chiapaneca. El lugar es frecuentemente visitado tanto por guatemaltecos como por extranjeros de diversas nacionalidades debido a lo agradable de su bosque y a lo asombroso de su cumbre. El Volcán se encuentra extinto, sin registros históricos sobre alguna actividad.
La región es tradicionalmente habitada por indígenas de la etnia maya Mam, los cuales se extienden por los departamentos de Huehuetenango, Quetzaltenango, Totonicapán, Quiché, San Marcos y el Estado de Chiapas en el vecino país de México. A lo largo de su Historia, los mames desarrollaron una cultura y una tradición oral diferenciada de sus vecinos más poderosos, los quichés y los kak’chiqueles. Sin embargo, los conflictos con los quichés y posteriormente la conquista española afectaron substancialmente los relatos mames, dando lugar a un fuerte sincretismo entre las diferentes religiones y cosmovisiones.
Actualmente se han llevado a cabo esfuerzos por recuperar la Tradición Oral Mam, aunque debido a la falta de libros sagrados, se dan diferentes versiones sobre un mismo relato. Uno de ellos tiene como protagonista al Volcán Tajumulco, conocido como Chman en idioma Mam. De acuerdo a la leyenda, hubo una era en que la humanidad era regida por los sacerdotes o Chmanes. Estos tenían la capacidad de comunicarse con los dioses y realizar tareas vitales para los mames y los animales, tales como traer la lluvia y conseguir las semillas para las cosechas. Luego de un tiempo, los Chmanes que gozaban de gran poder, se corrompieron y dejaron de hacer bien su trabajo, por lo que los mames sufrieron los estragos del hambre y la sed. Al no haber semillas ni lluvia las cosechas perecieron y las personas comenzaron a morir. Algunos relatos cuentan que la lluvia se había guardado en el Volcán Siete Orejas y que unos adivinos o Ayotz fueron allí a realizar las ceremonias necesarias para sacarla y hacerla fluir de nuevo. Sin embargo, las semillas continuaban perdidas, y sin cosechas, todos continuaban muriendo de hambre. Incluso los animales del monte, como el gato y el pájaro carpintero.
Fue uno de los más codiciosos Chmanes quien había tomado todas las semillas, frutas y cosas guardándolas dentro sí. Su codicia terminó por convertirlo en un ser enorme de piedra, muy similar a un cerro. Fue en una de sus peñas, donde el gato de monte finalmente descubrió las semillas y las cosas escondidas. El problema fue que su tamaño no le permitía recuperarlas. El pájaro carpintero intentó atravesar la pétrea superficie, mas no lo logró. Fue entonces cuando los mames, el gato y el pájaro carpintero solicitaron de favor a los diminutos zompopos que buscaran y trajeran las cosas. Debido a su reducido tamaño y a su capacidad para penetrar cualquier superficie, lograron exitosamente rescatar las semillas y todo lo demás. Acarrear todas las semillas les llevó varios años, pero la primera que lograron sacar fue la semilla del maíz. Desde entonces esta planta es cultivada y respetada por todo el pueblo mam. Cuando los zompopos acababan de sacar el maíz, todos se apresuraron a tomar su ración, principalmente los habitantes de Cajolá, San Martín Sacatepéquez y San Juan Ostuncalco, dejando a los habitantes de Tichuán e Ixchiguán sin semilla. Por esa razón, es que en esas localidades las milpas tardan tanto en crecer, mientras que en las otras lo hace mucho más rápido y durante todo el año. Este es un relato que aparece en diferentes mitos sobre la creación, aunque con marcadas variaciones dependiendo de la versión.
El ascenso al volcán por lo regular se inicia en la localidad de Tichuán, en el departamento guatemalteco de San Marcos. También existe la posibilidad de iniciarlo desde la costa, ascendiendo sobre la ladera sur. Sin embargo esta ruta solo es recomendable para montañistas expertos y con excelente condición física, ya que el desnivel es de aproximadamente 3100 metros, mientras que por la ruta tradicional únicamente son 900.
El ascenso desde Tichuán es de una dificultad moderada. Pese a que la vereda se encuentra en buenas condiciones y es perfectamente visible, la altura a la que se lleva a cabo el recorrido puede afectar seriamente al visitante que no está acostumbrado a los bajos niveles de oxigeno. De iniciar desde la carretera asfaltada, se deberá recorrer inicialmente un tramo de camino de terracería hasta llegar a una planicie que se utiliza como parqueo. Es posible llegar aquí en vehículo, sin embargo este debe ser 4×4 ya que el camino no se encuentra en buenas condiciones y posee un ángulo de inclinación ligeramente pronunciado.
A partir del parqueo se inicia el ascenso sobre una vereda un poco más estrecha pero perfectamente visible. El bosque comienza en esta zona y llega hasta la zona de campamento, dando una frescura y un aroma bastante agradable a todo el recorrido. Durante el trayecto se deben atravesar dos planicies más; amplias, despejadas y cubiertas de pasto permiten observar la imponente cumbre rocosa del volcán. Igualmente, las vistas desde estas zonas hacia las montañas circundantes son impresionantes. Al cabo de aproximadamente cinco horas a paso moderado, se llega a la zona de campamento y al final del bosque.
Desde la zona de campamento aún falta una hora para coronar la cumbre; este tramo es particularmente riesgoso ya que se hace necesario escalar distancias cortas entre las rocas. La cumbre está compuesta únicamente por roca y arena, ya que la altura impide que crezca vegetación alguna. Las vistas desde este punto son muy impresionantes; el Volcán Tacaná es visible en todo su esplendor en dirección Nor-oeste y la Costa se extiende hacia el Sur, logrando ver con un poco de suerte la línea del litoral. Hay que tener precaución en la cumbre, ya que aunque el espacio es muy amplio, existen pronunciados acantilados que llevan al cráter extinto.
El Tajumulco es un volcán que por sus paisajes y lo agradable de su campamento vale la pena ascender. Sin embargo, es necesario ir preparado con el equipo y el abrigo necesario ya que la temperatura puede descender rápidamente. La mejor época para ir es entre Noviembre y Enero, ya que los cielos despejados brindan mejores oportunidades para apreciar la vista. En ocasiones incluso se han dado nevadas en la cumbre, lo que brinda un buen espectáculo para los visitantes.
Quieres vivir una aventura en este coloso? Tenemos 2 opciones: la ruta sur para los que buscan un gran reto y la ruta turística para los que quieren llegar a si cumbre sin tanto esfuerzo.
FUENTES:
- Hostnig, Rainer. Vásquez, Luis. Memoria colectiva del pueblo mam de Quetzaltenango.
- Quetzaltenango. Centro de Capacitación e Investigación Campesina. 1994. USAC
- Varios Autores. Cuentos que parecen historia, historias que parecen leyenda. Equipo de Promotores Étnico-Culturales. Publisher, Editorial Praxis, 1996. USAC
- INSIVUMEH. Guatemala: Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) – Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda. Consultado en: 08-05-2015